Blanquito viene desde Los Molles e ingresó a la Fundación porque fue quemado en su espalda, traía una herida muy fea; que hoy gracias a los cuidados de diferentes personas, ha ido sanando. Es súper tranquilo y muy amoroso, le gusta mucho el cariño y jugar, se lleva muy bien con otros perros; así que podría tener un compañero. Con los perros del parque necesita más tiempo, ya que por su herida tiende a estar aún un poco a la defensiva, no es agresivo. Le encanta salir a pasear y los gatos le son indiferente.